En medio de la polémica discusión sobre las barreras que implica para el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes) el Impuesto de Timbres y Estampillas, aparece una nueva arista que deja en evidencia las consecuencias negativas de este tributo: su impacto en los créditos en moneda extranjera.
Un informe elaborado por Banchile revela que si una pequeña empresa desea financiarse con un crédito externo a un año plazo, debe pagar dos veces este impuesto -que llega hasta el 1,608% del monto al año-, por lo que podría terminar pagando hasta 3,2%.
«Dado que las pymes no tienen acceso directo al mercado internacional, deben solicitar el crédito a una institución establecida en Chile. Ésta, a su vez, debe solicitar los recursos al mercado internacional, generando un segundo pago de impuesto, que ciertamente es traspasado al deudor final», dice el gerente general de Banchile, Francisco Armanet.
El ejecutivo agrega que el impuesto total que debe pagar la pyme al final de la operación -esto es 3,2%- sobre una tasa libor sin spread, que actualmente se ubica en 5%, equivale a un arancel implícito cercano a 60%.
Armanet explica que producto de esta doble tributación, las pymes no participan de este tipo de financiamiento, lo que, su juicio, no sólo produce «una distorsión en la asignación de recursos de economía, sino que también produce una sustancial desventaja competitiva de estas pequeñas empresas respecto de las grandes corporaciones, que por tener acceso directo a los mercados internacionales y filiales constituidas en el exterior evitan esta distorsión».
El ejecutivo comenta que lo que recauda el Estado por tributación de créditos externos es cercano a cero, por lo que su eliminación no afectaría la recaudación del fisco chileno.
Para Armanet, Chile se encuentra en el momento preciso para realizar las reformas necesarias en esta materia, siendo, a su juicio, el proyecto de Mercado de Capitales 2 que se discute en el Parlamento la instancia para hacerlo.
Beneficios
El informe de Banchile sostiene que la eliminación del impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos tendría dos beneficios adicionales para el mercado de capitales: primero, ayudaría al país a transformarse en un centro financiero regional y, segundo, generaría mayor profundidad y liquidez, pues incorporaría fuentes internacionales de financiamiento de manera efectiva.
«Esto de convertir a Santiago en un centro financiero de la región es impensable con un arancel de 60%, porque para ser centro financiero de algo uno requiere que haya libre movilidad del bien en cuestión, requiere movilidad de los capitales», comentó Armanet, agregando que en el mercado de bienes actualmente nadie discute que los aranceles deben ser bajos y parejos; sin embargo, «se permite que el arancel a la importación de crédito para una pyme llegue hasta un 60%».
Timbres y estampillas:
Impuesto frena financiamiento de pymes chilenas en exterior
Banchile revela que empresas que quieren levantar recursos en el extranjero sufren «arancel» de casi 60% del costo del capital
Diario El Mercurio (04-05-2006)
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