La huella más grande que dejó para los ahorrantes e inversionistas chilenos la primera reforma al mercado de capitales (MK1) fue la completa reformulación al modelo de cuentas de Ahorro Previsional Voluntario (APV), proceso que acaba de cumplir cinco años de entrada en vigencia. Y el balance, coinciden todos los actores de la industria, es sumamente positivo.
Las cuentas de APV pasaron de 155.000 en marzo de 2002 a 503.000 al cierre de 2006, lo que da cuenta de un crecimiento de 233%. En tanto, en el mismo período el capital ahorrado por los trabajadores chilenos aumentó más de siete veces, pasando de US$ 375 millones a US$ 2.719 millones.
En su puesta en marcha, por primera vez la administración de cuentas de APV pasó a estar en manos de entidades distintas a las AFP, como bancos, corredoras de Bolsa, compañías de seguros y administradoras de fondos mutuos. Y son precisamente estas últimas dos industrias las que han mostrado un crecimiento explosivo en este negocio. En diciembre de 2002 las aseguradoras tenían 14.186 cuentas, mientras que los fondos mutuos apenas superaban las 3.600. Al cierre del año pasado ambas industrias superaban las 59 mil y 49 mil cuentas, respectivamente. Ello, considerando otro dato: uno de cada cuatro pesos de APV está en fondos mutuos o compañías de seguros.
Andrés Lehuedé, gerente general de Cruz del Sur administradora general de fondos, resalta este punto. A su juicio, la llegada de nuevos gestores ha permitido una diversificación del riesgo -considerando que antes ahorro obligatorio y voluntario estaba 100% en manos de las AFP en 2002- y de ofertas para los ahorrantes.
De hecho, Lehuedé explica que hoy el 50% del capital que manejan los fondos mutuos está en instrumentos 100% accionarios, posibilidad que antes de MK1 era impensable.
Mónica Cavallini, gerenta general de la Asociación de Fondos Mutuos, resalta que esta industria, a diferencia de otros actores, abre la posibilidad de que rápidamente los inversionistas puedan cambiarse de fondo según las condiciones del mercado o sus propios requerimientos.
Francisco Margozzini, gerente general de la Asociación de AFP, destaca que los montos de APV han crecido para todos los actores que participan en este negocio. Si bien reconoce que las AFP han perdido terreno en los últimos años, advierte que éste es un fenómeno normal, considerando que esta industria partió con el 100% del mercado y, asegura, el punto de equilibrio no debiera estar bajo el 50%.
Reforma previsional
A la hora de revisar los puntos pendientes que dejó la ley de 2002, no hay dos opiniones: el APV sólo ha beneficiado a los trabajadores de mayores ingresos que son los que pagan impuestos.
Por ello, el Gobierno incluyó un importante estímulo en la reforma previsional para los planes de APV, tanto individual como colectivos. Esta última es una figura (APVC) que se pretende crear como copia de los planes 401 K estadounidenses.
Para incentivar el ahorro en sectores de menores ingresos el proyecto considera dos modalidades para acogerse a los beneficios tributarios. El trabajador podrá descontar de sus impuestos el ahorro al momento de hacer el aporte (como ocurre hoy) o bien utilizar esta franquicia al momento del retiro. Esto beneficia a los trabajadores que, por su nivel de renta, no pagan impuestos y, por ende, les es indiferente un beneficio tributario sobre su ingreso.
Margozzini valora la posibilidad de postergar el beneficio, pero considera que los planes de APVC van a tener un impacto muy menor en el nivel de ahorro de los chilenos ya que – a su juicio- sólo va a llegar a los trabajadores de las empresas más grandes del país.
Diametralmente distinta es la visión de las compañía de seguros, que ven en el APVC un negocio con altas opciones de crecimiento y en el que, además, tienen ventajas comparativas.
Las claves del ahorro previsional
La principal ventaja de los planes de APV radica en rebajar las cotizaciones voluntarias directamente de la base imponible tributaria. Asimismo, el capital está disponible cuando el cliente lo estima necesario -devolviendo eso sí el beneficio tributario-, sin necesidad de esperar hasta el momento de su jubilación. Hay dos modalidades para tener una cuenta de APV. La mayoría establece un acuerdo entre el empleador y la industria donde se quiere realizar el APV, para que así se descuente una cantidad fija de la remuneración mensual. El otro mecanismo es que el trabajador haga en forma individual el ahorro mes a mes.
NUEVOS ACTORES: Uno de cada cuatro pesos depositados hoy en APV está administrado por fondos mutuos o compañías de seguros.
Desde 2002 a la fecha, los montos administrados por el sistema se septuplicaron, llegando a US$ 2.719 millones: APV celebra 5 años con 500.000 ahorrant. Actores de la industria valoran los cambios implementados por el Ejecutivo en 2002, aunque plantean la necesidad de una rápida legislación para la modalidad colectiva.
Daniel García
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