La presidente Bachelet ha sorprendido a partidos y medios con muchas designaciones y el nuevo director del Servicio de Impuestos Internos (SII) es prueba de ello. Ricardo Escobar, abogado y académico de la Universidad de Chile, ha realizado asesoría y planificación tributaria en el sector privado, durante más de diez años. El nombramiento del abogado representa un cambio respecto de las tareas que el SII debe enfrentar en los próximos cuatro años. Plantearemos nuestra visión de dicho cambio. 1.- Fiscalización y modernización. Es lugar común reconocer la informatización y modernización del SII. El apoyo en recursos humanos y materiales de los cuales los últimos gobiernos lo han dotado, es un testimonio de ello. La opinión pública también ha reconocido este dato. En tal sentido, el director saliente profundizó eficaces políticas de fiscalización, utilizando eficientemente los medios para ello. 2.- El lado oscuro del SII. Sin embargo, existe una creciente insatisfacción pública con los siguientes aspectos: los derechos del contribuyente, la resolución de conflictos, la creación de normas legales y el secretismo. En tal sentido, el diagnóstico del nuevo gobierno y la elección del Director parecen correctas. 3.- La actividad legislativa requiere respaldo técnico suficiente. Los proyectos legales presentados por el Ejecutivo en el último quinquenio, si bien eficaces para recaudar, presentan errores y vacíos. La discusión técnica ha sido escasa, permitiendo la ideologización del debate. Las normas tributarias con “nombre y apellido” se han incrementado. En fin, las modificaciones legales propuestas no han perfeccionado el sistema tributario nacional. 4.- Los derechos del contribuyente son débiles frente al SII. No existe regulación clara y completa de ellos ni mecanismos eficaces de defensa. Los medios para reclamar de actuaciones y abusos ante la autoridad tributaria son complejos, semi – secretos, onerosos y sin asesoría letrada estatal. En resumen, fuera del alcance del ciudadano común. 5.- La resolución de los conflictos tributarios está entregada al SII. El proyecto de Tribunales Tributarios, hoy en el Congreso, fue la solución provinciana y local para un tema complejo y global. El proyecto careció de sustento técnico y, por ello, ha sido criticado en todos los círculos profesionales y académicos. Con pequeños maquillajes, aún pretende ser ley. Por otra parte, los Tribunales continúan señalando mayoritariamente que las “sentencias” del SII son nulas. En fin, el SII enfrenta aquí un desastre jurisdiccional. 6.- El “secretismo” aún campea en el SII. No existen plazos ni responsables para la interpretación administrativa. No se conocen criterios objetivos para interponer las querellas por elusión tributaria y tampoco se sabe porque se desechan. En general, la autoridad tributaria rehuye el debate, pretendiendo ignorar las críticas técnicas a su acción. Crea así un terreno abonado para el trato desigual y evita el escrutinio público de su accionar. 7.- ¿El cambio que viene? La solución a estos desafíos requiere conciliar prerrogativas ciudadanas y deberes tributarios. Si la nueva autoridad tiene éxito, significará que el director realizará la modernización pendiente del SII: fiscalizar y recaudar con pleno respeto a los derechos del contribuyente.
Por Sergio Endress G.*
Publicado en el Diario Financiero el 24 de marzo de 2006.
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