La búsqueda de recursos se hace más difícil
Muchos proyectos pero menos auspicios: cómo la crisis afecta a las grandes fundaciones culturales
La Fundación Beethoven ha visto bajar sus donaciones a un 20% y en el Museo de Bellas Artes aplazaron dos exposiciones. Algunos han corrido mejor suerte, pero todos están preocupados.
BERNARDITA SERRANO BASCUÑÁN
Aunque la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles recibe del Estado $ 1.600 millones al año, siempre agradecen los aportes privados. Es que aunque hoy sólo representan el 5% de su presupuesto y reconocen que son bajos, son esenciales cuando hay veces en que para comprar un solo instrumento se gastan hasta $7 millones.
Para ellos la crisis ha llegado a complicar las cosas. Desde septiembre han visto reducido a menos de la mitad sus aportantes privados, y aunque reciben ayuda de empresas como Esso, Coopeuch y Arauco, para la cantidad de proyectos que tienen el presupuesto y los aportes no alcanzan. «Si tuviéramos más recursos podríamos aumentar la cantidad de orquestas que creamos cada año, comprar más instrumentos y entregar más becas», cuenta Luisa Durán, directora ejecutiva de la fundación.
Se ajustan al presupuesto que tienen para hacer funcionar las 330 orquestas en todo Chile (con unos 12 mil niños), pero las metas que tienen son altas: quieren aumentar el número de becas, fueron invitados a tocar en el pabellón chileno en la Expo Shanghai y van a estar encargados de todos los conciertos con los que se dará inicio a las celebraciones del Bicentenario en septiembre.
Con salvavidas
Pero lo que ocurre en esta fundación no es un hecho aislado. Varias de las grandes organizaciones dedicadas a la promoción de la cultura están viendo cómo cada vez se les hace más difícil encontrar recursos para realizar sus actividades.
El caso de la Fundación Beethoven es complicado. En el último tiempo han visto disminuir las donaciones de empresas privadas a un 20% pese a que sus conciertos, gratuitos o pagados, tienen cada vez más público. Pero no es el único problema que tienen. Para el concierto de la Orquesta Filarmónica de Israel se quedaron sin el aporte del empresario Ricardo Claro, quien falleció el año pasado. Eso sí, Leonardo Farkas salvó la situación y aportó con el 40% del financiamiento. El resto, Isaac Frenkel, presidente de la Fundación Beethoven, lo está buscando entre sus amigos.
En la Corporación de Amigos del Teatro Municipal alcanzaron a ponerse nerviosos: dos de sus auspiciadores, uno de los cuales llevaba 20 años entregándoles recursos, decidieron retirarse. «Estamos bien gracias a lo nuevo (D&S). No hemos tenido que suspender nada, pero nos hemos tenido que mover muchísimo para levantar auspicios», cuenta María Cecilia Domínguez, presidenta de la corporación que beca a más de 50 niños.
Un salvavidas de último minuto es lo que se echa de menos en el caso del Museo de Bellas Artes. A pesar de que organizan sus exposiciones con dos o tres años de anticipación, tuvieron que aplazar dos exposiciones. Una de ellas era del artista Benjamín Lira. «Tenemos menos auspicios. Los presupuestos no se han alcanzado a conseguir», cuenta Milan Ivelic, director del museo. Pero para ellos no todo son malas noticias. Gracias al apoyo de Celfin Capital en el museo están elaborando su nuevo catálogo y ya trabajan en las exposiciones del 2011 y 2012.
Sin problemas
Aunque la mayoría de los consultados asegura que las cosas van bien o que, hasta ahora, han tenido suerte, hay otros que pueden decir que no tienen problemas. Este es el caso del Centro Cultural Palacio de la Moneda. Ellos reciben un presupuesto estatal de $900 millones que les alcanza para mantener el lugar funcionando. Sólo para hacerse una idea, la cuenta mensual de luz que pagan es de $15 millones. «Nunca es fácil encontrar donaciones, pero no siento que se haya puesto más difícil», cuenta Alejandra Serrano, directora del centro cultural.
Algo similar es lo que sucede en la Fundación de Artesanías de Chile. Hasta hoy no tienen problemas. Es más, este año han abierto tres nuevas tiendas donde venden los trabajos de más de 800 artesanos, sus números van bien y piensan ampliarse.
Donaciones durante 2007: $13 mil mills.
En 2003 se aprobó un proyecto de ley presentado por el senador Gabriel Valdés que perseguía remediar la crisis que se desató por las modificaciones que se habían introducido a la llamada Ley Valdés tiempo antes. Con esto se buscaba devolver la autonomía a la ley y así aumentar la recaudación.
Mientras en 2003 los organismos ligados a la cultura recibieron poco más de $4.500 millones, en 2007 la suma fue de casi $13 mil millones. Aunque aún no está disponible la cifra 2008, Óscar Acuña, secretario del comité de donaciones culturales, asegura que la tendencia en los últimos años es al alza.
LUISA DURÁN
Directora ejecutiva de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles
Desde septiembre de 2008 han perdido al 60% de sus donantes privados, y pocas empresas les dan aportes. Si quisieran duplicar sus becas (hoy entregan 700) necesitarían $339 millones al año.
ALEJANDRA SERRANO
Directora del Centro Cultural Palacio de la Moneda
Todavía no ven problemas. Hoy están presentando una muestra auspiciada por Collahuasi y están en conversaciones con los bancos Itaú y Santander para nuevas exposiciones.
M. CECILIA DOMÍNGUEZ
Presidenta de la Corporación de Amigos del Teatro Municipal
Este año perdieron como auspiciadores a CCU y Minera Escondida, pero lograron captar a D&S. Aunque ya tienen lo que necesitan para este año, no saben qué pasará el próximo.
MILAN IVELIC
Director del Museo de Bellas Artes
Aunque tenían los auspicios confirmados desde hace tiempo, debieron aplazar dos exposiciones. Aseguran que es más difícil encontrar aportes, pero hoy tienen una muestra auspiciada por la aseguradora Mapfre.
ISAAC FRENKEL
Presidente de la Fundación Beethoven
Las donaciones les han bajado al 20%, y el concierto de la Orquesta Filarmónica de Israel se quedó sin la ayuda del fallecido empresario Ricardo Claro. Pero Leonardo Farkas aportó con un 40% de lo necesario.
EL Mercurio 16 de mayo de 2008.
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