Proyecciones de la Dirección de Presupuestos:
La minería privada tendrá en 2009 la menor tributación en cinco años
Las 10 mayores cupreras reportarían US$ 1.711 millones al Estado. Codelco traspasaría en excedentes una cifra similar.
E.O.C.
La recaudación del fisco vivirá uno de sus retrocesos más profundos en varios lustros. Desde la abundancia a la sequía. Y del conjunto de ingresos con que cuenta el Estado para financiar sus programas, el declive más notorio lo representará el aporte de la minería.
De acuerdo con las proyecciones de la Dirección de Presupuestos (Dipres), en 2009 la gran minería privada (las 10 mayores empresas de cobre que operan en el país) entregará por concepto de Impuesto a la Renta un total de US$ 1.711 millones. De cumplirse la previsión, será la cifra más disminuida de los últimos cinco años, incluso inferior -muy en el margen- a los US$ 1.719 millones registrados en el ejercicio 2005.
Un número más bajo recién se reporta en 2004, cuando llegó a los US$ 596 millones.
«La disminución de los ingresos totales del Gobierno Central Consolidado, en relación con los del año anterior, se explica fundamentalmente por el comportamiento de los ingresos fiscales vinculados al cobre», describe la Dipres en su reciente informe..
Los menores precios y mayores costos
La explicación evidente está en el retroceso del precio del cobre. Si hasta septiembre del año pasado esos valores superaban los US$ 3 por libra, ya hacia fines de 2008 apenas se empinaban sobre el US$ 1,3 por libra. Imposible sostener, con esos precios, los niveles de tributación minera privada de 2007, cuando ascendió a los US$ 6.200 millones, comenta Álvaro Merino, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
«La fuerte caída de los precios del cobre y del molibdeno en el último trimestre del año, así como un menor tipo de cambio real, inciden no sólo en los ingresos del cobre bruto (Codelco), que cayeron 29% en relación con 2007, sino también en los ingresos tributarios, que cayeron 6,1% en 12 meses, debido a la importante participación que en ellos tiene la minería privada», observa la Dipres en su informe.
No es la única explicación.
El aumento en los costos también produce un menor traspaso de los impuestos de renta de las empresas al Estado, afirma Merino. «Desde septiembre de 2008, el precio del cobre disminuyó fuertemente, pero los costos no se han reducido a la misma velocidad», comenta el experto.
Uno de los costos más relevantes es el laboral, que significa del orden del 20% del total. Las demandas por alzas salariales de los años anteriores -alimentadas por un precio récord del cobre- empujaron ese ítem, que hoy se torna en contra. Lo mismo sucedió con la ley o calidad del mineral, que se desmejoró. Hoy debe sacarse más material para suplir el déficit de la ley del mineral.
En todo caso, en la Sonami prevén que el aporte de la gran minería a la recaudación impositiva estará más cerca de los US$ 2.000 millones este año.
Respecto de Codelco, la Dipres proyecta que sus excedentes llegarán a los US$ 1.729 millones.
Para Rodrigo Castro, vicedecano de posgrado de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, el menor valor del cobre rebota contra las mineras más pequeñas. Y eso también afecta al erario. Lo importante, dice, es que lo generado por instrumentos como el royalty impacte en el resultado de largo plazo esperado: fortalecimiento del capital humano para generar un nuevo valor agregado en la economía.
El Mercurio, 24 de junio de 2009.
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