Julio Pereira, nuevo Director del Servicio de Impuestos Internos (SII):
«Aquí no va a haber actos destinados a mermar la autonomía de Impuestos Internos»
Pereira asegura que «cuando uno asume estos puestos, tiene que estar abierto a fiscalizar a cualquier contribuyente, independientemente del cargo que ejerza».
Pablo Obregón Castro
En una semana cuando algunos personeros de la Concertación pusieron en duda la independencia de Impuestos Internos, su nuevo director, Julio Pereira, salió al ruedo para entregar claras definiciones sobre la venta de LAN y sobre el plan estratégico de esta repartición.
-¿No es una anomalía que haya declarado usted a la prensa que va a evitar todo contacto con el Presidente de la República?
«A ver, todo contacto en relación con la fiscalización de los actos que pudiesen derivar de la aplicación de un impuesto. Eso hay que entenderlo muy claro. Yo me refiero a que aquí no va a haber influencias ni actos destinados a mermar la autonomía de Impuestos Internos en su capacidad fiscalizadora».
-¿Imaginó que el primer caso emblemático que le tocaría ver, como director del SII, afectaría al Presidente?
«Uno cuando asume estos casos tiene que estar abierto a fiscalizar a cualquier contribuyente, independientemente del cargo que ejerza».
-¿Cuánto tiempo podría tomar la revisión de esta operación particular?
«Yo quiero ser claro en esta materia. Esta es una operación que todavía no se ha perfeccionado. Se puede devengar o no un tributo y sólo sería exigible en la operación Renta 2011. Ahora, en cuanto a los plazos que tiene el Servicio para fiscalizar, estos están claramente establecidos en el Código Tributario. La prescripción de la acción de fiscalización tiene un plazo de tres años desde que el impuesto debe ser entregado al fisco».
-¿Sigue pensando que mantener platas en paraísos fiscales no es ningún pecado, tal como alguna vez lo comentó, cuando ejercía en el sector privado?
«Obviamente, no es pecado, porque la propia legislación chilena contempla los mecanismos que debe emplear el contribuyente que hace una inversión en el exterior o que desea utilizar un paraíso fiscal como plataforma de su expansión».
-¿Comparte el juicio de su antecesor, Ricardo Escobar, en términos de que los chilenos hoy son menos propensos a cumplir con todos sus deberes tributarios?
«Llevo muy pocos días en esto, pero he tenido conocimiento de algunos indicadores en borrador que estarían dando cuenta de una tendencia al alza en la evasión de algunos tributos, pero necesito más tiempo para sostener que hay una suerte de aumento en la falta de conciencia tributaria».
-¿Resiste algún tipo de análisis la tesis de que todo lo que no está prohibido por ley se puede hacer en materia tributaria?
«Es importante señalar claramente que el debate acerca de cuáles son las normas que se deben instaurar para hacer más efectiva la recaudación fiscal o interpretar las normas tributarias debe darse en el Congreso. En definitiva, si uno va a crear nuevos hechos gravados, va a ampliar o restringir una conducta, eso es materia de ley».
-¿La corriente es fiscalizar en función del fondo de los hechos más que de la forma?
«Bueno, hay países que tienen normas que analizan el fondo sobre la forma. Evidentemente, la tradición en Chile es el respeto irrestricto al principio de legalidad, y la labor de Impuestos Internos radica en verificar si la conducta del contribuyente cae o no dentro del hecho gravado definido por la ley».
-La segmentación y posterior fiscalización de los contribuyentes de alto patrimonio fueron el sello de su antecesor. ¿Cuál va a ser el suyo?
«La segmentación me parece adecuada. Pero también vamos a seguir estudiando ciertas materias que pudieran implicar una mayor recaudación que hoy no son claras. Eso lo vamos a reforzar con algunas circulares y oficios que van a otorgar una mayor recaudación para el Servicio, siguiendo la norma jurídica».
– ¿Va a ser prioritario cerrar ventanas tributarias que favorecen a algunos grupos específicos?
«Siempre la administración debe estar estudiando aquellas ventanas. Hay áreas que estoy estudiando que van a implicar una mayor recaudación. Todavía no mencionaría alguna, pero puedo anunciar que van a venir algunas circulares, aclarando el alcance de normas que los contribuyentes han utilizado para postergar la tributación fiscal».
-Si fuera atribución suya, ¿qué le recomendaría al Presidente de la República: aumentar la carga tributaria de las empresas o intensificar la fiscalización?
«Como director del Servicio de Impuestos Internos, me correspondería lo segundo».
»Dentro de poco, van a venir algunas circulares, aclarando el alcance de normas que los contribuyentes han utilizado para postergar la tributación fiscal».
»He tenido conocimiento de algunos indicadores en borrador que darían cuenta de una tendencia al alza en la evasión de algunos tributos».
«La libertad absoluta en donaciones no me parece»
-¿Concuerda usted con su antecesor en términos que incentivar excesivamente las donaciones deteriora la democracia? Esto, en el entendido que los ciudadanos votan cada cuatro años para que un grupo de personas decida qué hacer con los recursos.
«Eso hay que amarrarlo con la capacidad del Estado para administrar y focalizar en forma correcta los recursos recaudados a través de los impuestos. Si el Estado tiene capacidad para identificar los aspectos en que se necesitan los recursos, no debiese haber problemas para que los contribuyentes se sientan orgullosos de pagar los impuestos. La libertad absoluta en donaciones no me parece adecuada, porque el Estado requiere recursos y también requiere tener una libertad para dirigir».
-¿Cuál es la batería de instrumentos tributarios que diseñaron ustedes para apoyar la reconstrucción?
«El decreto supremo 321, del 10 de marzo, de la Presidenta Bachelet, donde se postergó la declaración y pago de los impuestos comprendidos en los formularios 29 y 50, en concreto, el IVA. Luego, una serie de resoluciones administrativas emanadas de Impuestos Internos como, por ejemplo, la circular 19, del 5 de marzo, referida a las donaciones. Lo interesante de estas donaciones es que no tienen límites en la renta líquida imponible y, además, la pueden hacer aquellas empresas que tengan pérdidas de arrastre. También está la circular 23, en que se amplía el plazo para informar pérdidas de inventarios hasta el 31 de mayo para la Sexta, Séptima y Octava regiones. Es una medida que apunta directamente al tema del terremoto. Otra muy importante es la circular que instruye a los directores regionales para condonar multas en caso de retraso en informar al servicio respecto a la destrucción de documentos tributarios con motivo de la catástrofe. Aquí pueden haber libros de contabilidad, facturas, debajo de los escombros. Para esta operación Renta, se dispuso que los contribuyentes del Maule y Biobío tengan la devolución, entre los primeros beneficiarios, el 11 de mayo, si es por depósito».
El Mercurio 28 de marzo de 2010.
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