Con una inversión total de US$ 20 millones en dos años para renovar sus dos data center , la Tesorería General de la República ha modernizado sus instalaciones, preparándose para la implementación plena de la reforma tributaria, proceso que ya partió a fines del año pasado con el alza de impuestos específicos y la introducción de nuevos tributos.
Sobre la experiencia de los cambios introducidos hasta ahora, el tesorero Hernán Frigolett señala que cuando se trata solo de cambio de tasas esos impuestos son más fáciles de administrar (impuestos específicos al tabaco, bebidas alcohólicas y azucaradas), porque hay que actualizar el sistema y es transparente lo que va a ocurrir en términos de recaudación.
No obstante, cuando se introduce una modalidad sin historia, como los llamados «impuestos verdes», la implementación es mucho más compleja, desde los formularios nuevos que hay que introducir, a la interacción con otros servicios, hasta posibilitar el pago a través de internet o concurriendo directamente a un banco.
El impuesto a la emisión de fuentes móviles entró a regir el 29 de diciembre del año pasado y afecta a vehículos nuevos de transporte terrestre solo para uso particular, y su cálculo considera el valor facturado, eficiencia energética y potencial de emisiones, y se paga previo a la inscripción en el Registro de Vehículos Motorizados.
La postergación del pago del IVA es otro caso complejo, explica Frigolett, dado que en el formulario del pago del impuesto queda marcado que se está acogiendo al beneficio del pago diferido, lo que el sistema debe reconocer, por lo que el cobro del gravamen debe hacerse en 60 días más. El tema se despejó con el Servicio de Impuestos Internos (SII), de modo que el impuesto se declara y al mismo tiempo se genera un giro con el pago a 60 días. Luego, la Tesorería debe dejar registrado que el giro fue pagado o si está moroso.
A futuro el tema que ve más complejo es el impuesto a las fuentes fijas, que regirá a partir del año comercial 2017.
Se establecerá un gravamen a las emisiones de fuentes fijas de dióxido de carbono (CO {-2} ), dióxido de azufre (SO {-2} ), óxido de nitrógeno (NOx) y material particulado (MP) a la atmósfera.
Este impuesto grava a los establecimientos cuyas fuentes estén conformadas por calderas o turbinas y que en conjunto tengan una potencia térmica mayor o igual a 50 MWt.
Se trata de un impuesto nuevo, que va a tener un formulario y organismos giradores. «Vamos a estar interactuando con otros organismos, como el Ministerio del Medio Ambiente o a quien se denomine, el que va a ser el responsable de hacer la cuantificación y validación», explica la autoridad.
La Tesorería ya renovó a su data center principal y ahora está solicitando los recursos para las instalaciones de respaldo fuera de la casa matriz. Al igual que el SII y el servicio de Aduanas, la institución requiere reforzar su dotación con un aumento en torno a 15% en la planta actual de 1.900 funcionarios.
Condonaciones
Por otra parte, el tesorero informó que se está estructurando una política única para la condonación de los intereses y multas que se aplican sobre las deudas tributarias morosas. El SII y la Tesorería tienen la potestad de realizar esas condonaciones. Se trabaja en el diseño de un sistema en que las condonaciones más altas sean para el pronto pago de las deudas; para deudas que no sean muy antiguas, y que no haya una discriminación entre impuestos, sean IVA, renta u otros.
Distinto es el caso de la llamada Ley del Mono, donde las municipalidades buscan regularizar los casos de construcciones o ampliaciones de viviendas realizadas sin el permiso municipal. Dichas obras mejoran la calidad de la vivienda y también su avalúo fiscal que administra el SII, lo cual tiene efecto sobre el impuesto de contribuciones de bienes raíces que es de beneficio municipal, explicó.
Fuente: Economía y Negocios Online. 17 de agosto de 2015. Por Lina Castañeda.
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