Para después del despacho del Presupuesto 2016 tiene planeado el Gobierno presentar su proyecto de simplificación de la Reforma Tributaria.
Con la mirada puesta en ese proceso, el Instituto Liberta d y Desarrollo (LyD) publicó el Tema Público “Reforma Tributaria: Competitividad, inversión y distribución del ingreso”, donde sugiere al Gobierno considerar dos estudios a la hora de elaborar dichos cambios.
El primero de ellos es “Chile: efectos distributivos de la Reforma Tributaria 2014”, realizado por el Banco Mundial (BM), el cual concluye que “la nueva estructura y tasas del Impuesto de Primera Categoría llevarían tanto a una mayor progresividad del sistema impositivo como a una mejoría en la equidad horizontal en el tratamiento de las rentas de capital y aquellas del trabajo”.
También indica que el alza del Impuesto a la Renta no tiene ningún efecto sobre el 75% inferior de la distribución del ingreso y tiene un efecto muy reducido para los percentiles 76 a 99.
Sin embargo, LyD cuestiona sus conclusiones por diferencias en las definiciones que emplea . “En general estudios como el del Banco Mundial (…) utilizan una definición de ingreso que es simplemente diferente a la tradicionalmente aceptada. Lo que hacen es atribuir ingresos a dueños o socios de las empresas, de acuerdo a su participación, a partir de la totalidad de la utilidad de las mismas, como si éstas se repartieran el 100% inmediatamente en cada período”, sostiene el centro de estudios. Según LyD la realidad es diferente, porque en muchas firmas, como las sociedades anónimas, se repartiría anualmente sólo una fracción de las utilidades (cercana al 30%), por lo que plantea que en esta búsqueda de “realismo” de la distribución de los ingresos se le termina atribuyendo éstos a personas que no los han percibido.
Pero además LyD manifiesta que los aumentos de gravámenes a las empresas, en una medida no menor, los terminará pagando el consumidor final.
“En la práctica, el mayor costo o la transferencia al Fisco serán en parte traspasados al precio final de los bienes y servicios, en parte será absorbido por la mano de obra que dicha empresa contrata, y en parte, efectivamente se traducirá en un menor retorno del capital. En este punto pareciese que se hubieran omitido la mayoría de los trabajos existentes para Chile respecto al efecto de alzas de impuestos sobre la inversión y el crecimiento”, acota LyD en su informe.
Y a raíz de ello, sostiene que “un estudio que no incorpora la respuesta de los agentes ante los impuestos (subir los precios, contratar menos trabajo, o incluso alterar la relación deuda – capital) sobrestimará de manera importante el efecto redistributivo de un impuesto a la renta”.
Además señala que el informe del BM encuentra que otros impuestos de la reforma sí agreden de mayor manera directamente a los más pobres, “puesto que es sabido que rápidamente se traspasan a precio: alcohol, bebidas, cigarros, etc. De hecho el documento del BM deja en claro que estos impuestos reducen el ingreso real del quintil más pobre en prácticamente el doble que el quintil más rico”.
El segundo estudio que LyD alude es Tax Competitiveness Index 2015 de Tax Foundation, el cual evalúa el sistema tributario chileno y lo compara con la OCDE en cuanto a competitividad.
Libertad y Desarrollo recuerda que como la tasa de impuesto a las empresas es un importante determinante de la competitividad “en dos años, cuando la tasa de impuesto llegue a 27%, se estará sobre el promedio de la OCDE, restando competitividad al país”.
Asimismo, recalca que en otro tipo de impuestos Chile ya se ubica en una posición alta en el ranking, lo que lo sitúa en los últimos lugares en el ránking general (28 de 34).
Finalmente, critica que la poca competitividad tributaria no se compensa con los números de tratados de doble tributación, pues Chile tiene sólo 25, en comparación a los 128 de Inglaterra. El alza de impuestos, asegura, va en “la dirección absolutamente opuesta de mejorar la competitividad del país”.
Fuente: Pulo. 26 de octubre de 2015. Por Pierina Bertoni.
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