La ANFP ha estado en el centro de la polémica desde la salida del país de su ex presidente Sergio Jadue. Uno de los procesos que se mantienen en pie, heredados de la era Jadue, es la compra por parte del máximo organismo del fútbol chileno del 20% del Canal del Fútbol (CDF), que está en manos de Jorge Claro y otros socios.
Si bien en el compromiso de compraventa se señala que la opción de que la ANFP adquiera este 20% vence 90 días después de terminado el ejercicio 2015, es decir, a fines de marzo del próximo año, distintos directores de la ANFP han sociabilizado la idea de que el plazo vence el 31 de diciembre de este año.
Esta fecha obedece a una aspiración de concretar la operación mucho antes de que venza el plazo formal. ¿La razón? Un beneficio tributario, el goodwill tributario, que será eliminado a partir del próximo año y que podría ser aprovechado por la ANFP si es que antes de 2016 concreta la compra del porcentaje que hoy no tiene del CDF.
En palabras simples el goodwill tributario consiste en la posibilidad de que una empresa que absorbe un porcentaje de una sociedad, como en este caso el 20% del CDF, no pague impuestos por la diferencia a favor que genere dicha operación (por ejemplo, una diferencia positiva por el valor de la marca que tiene lo que está comprando). Hasta antes de la reforma tributaria, la legislación permitía que esta diferencia a favor fuera tratada como gasto diferido, rebajándose cada año en cuotas el pago de tributos.
Sin embargo, la normativa fue eliminada por la reforma tributaria de 2014, aunque la implementación de este cambio regirá a partir del próximo año. Por eso, si concreta la operación después del 31 de diciembre, la ANFP ya no podría usar la exención impositiva. Para efectos tributarios este porcentaje absorbido deberá ser tratado como un activo de la empresa, por lo que pagará impuestos.
Según el abogado de Moraga & Cía., Álvaro Moraga, la compra del 20% del CDF por parte de la ANFP y su posterior venta o concesión a algún actor importante de la televisión internacional amerita una intervención de las autoridades en varios planos: «En mercados altamente concentrados como el fútbol, una enajenación del CDF es imposible que no pase por el filtro del Tribunal de la Libre Competencia, porque el CDF es el único proveedor de este servicio», afirma.
Fuente: Economía y Negocios Online. 29 de noviembre de 2015.
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