El incremento del impuesto de timbres y estampillas del 0,4% al 0,8% que entrará en vigencia en 2016, por la reforma tributaria, tendrá efecto en la banca. En particular, impactará a los créditos de corto plazo y que sean de bajos montos.
Es que “mientras más pequeñas las sumas más fuerte es el efecto”, dice el ex gerente general de la Asociación de Bancos (ABIF), Alejandro Alarcón.
Esto es grave, a su juicio, dado que esos montos son los que solicitan las pequeñas y medianas empresas para su capital de trabajo.
Además, añade, también repercute en “las personas naturales con pocas garantías que tienden a comportarse como una pyme”.
Fuente: Diario Financiero. 24 de diciembre de 2015. Por Camila Araya.
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