La fiscal Paola Castiglione, parte del equipo investigador del caso SQM, envió un oficio al Servicio de Impuestos Internos (SII), acompañado de una serie de antecedentes, «relacionados con posibles delitos tributarios» cometidos por Carlos Muñoz Valle, quien entre 2011 y comienzos de 2013 ejerció como contador de las empresas del ex asesor de Marco Enríquez-Ominami, ME-O.
Muñoz les llevó la contabilidad a las sociedades de Cristián Warner, CEPE S.A., Conosur Research SpA y Producciones Audiovisuales Rivas & Rivas (en esta última productora trabajó con ME-O). La misma labor desempeñó para el Partido Progresista durante esos años y hasta 2015, además de haber actuado como administrador electoral del mismo y de ME-O, en la campaña presidencial y parlamentaria de 2013. Actualmente, se desempeña como encargado de finanzas del Ministerio de Defensa.
También la investigadora remitió al organismo fiscalizador información sobre Liliana Espinoza Álvarez, con quien el contador tiene una hija en común. Eso, porque, según la declaración de Espinoza del 24 de octubre, 10 boletas de honorarios emitidas por María Gabriela Aguirre Espinoza (hija de la mujer) corresponden a una instrucción dada por Muñoz para «equilibrar la carga tributaria», de acuerdo con lo que declarado por el propio contador el 21 de noviembre pasado.
Además, advierte el oficio enviado al SII, de estas declaraciones, más la de un hermano de Muñoz Valle, Raúl, del 7 de noviembre de 2016, y la de Jorge Lautaro Contreras Soto, del 6 de diciembre último -quien ejerció como contador de las mismas empresas de Warner, pero en el período 2013, 2014 y 2015-, puede presumirse que dos facturas exentas emitidas en 2013 por Rivas & Rivas a Megaproyectos (empresa de Liliana Espinoza y Raúl Muñoz, gestionada por el hermano de este, el contador Carlos Muñoz) son «falsas». Ello, dado que ni Rivas & Rivas ni Megaproyectos tenían «mayor movimiento», según testificaron los propios involucrados.
Entre los antecedentes recopilados en la investigación, dice Castiglione en el documento, la «presunción de falsedad» emana de las declaraciones de los hermanos Muñoz Valle, quienes describen a Megaproyectos como una minipyme que «no tenía mayor movimiento, al igual que la productora Rivas & Rivas».
A ello se agrega -se lee en el oficio- que ante la pregunta de cuáles eran los servicios prestados que respaldaban estas facturas, Carlos Muñoz dice no recordarlo, a pesar de que en los hechos figura como administrador y dueño de Megaproyectos.
La misma pregunta se le hizo a su hermano Raúl, quien solo enumeró como proveedores de Megaproyectos el haber contratado «servicios de honorarios por trabajos contables, pero no se imagina servicios de otras empresas».
Posible triangulación o rebaja de impuestos
A la fiscalía -reseña la comunicación al servicio- le «llama la atención la factura exenta N° 141 de 2 de diciembre de 2013 de Megaproyectos al Partido Progresista, por la cual se obtuvo el pago (a través de reembolso del Servel, por tratarse de una factura pendiente de pago) de $10.000.000, con lo cual se podría estar en una hipótesis de emisión de facturas falsas de Rivas & Rivas, para triangular fondos o bien para rebajar el mayor ingreso por el pago de la factura que pagó el Partido Progresista a Megaproyectos (empresa que gestionaba el contador de Warner)».
Por estos y otros datos contenidos en la indagatoria, el equipo de investigadores del caso SQM resuelve enviar los antecedentes al SII: «El análisis sistemático de toda la información referida permite presumir que existen antecedentes para estimar la comisión de delitos tributarios en el artículo 97 N° 4 inciso primero en relación con la empresa Rivas & Rivas, y el artículo 97 N° 4 inciso final, por la facilitación de boletas falsas en los que por el momento podría corresponder participación a Carlos Muñoz Valle y a Liliana Espinoza Álvarez», reseña el oficio que suscribe la fiscal Castiglione.
Fuente: Economía y Negocios Online. 3 de febrero de 2017. Por Andrea Chaparro.
Comentarios recientes