En un contexto complejo, por el plan que pretende reactivar la economía argentina tras años de una profunda recesión, y para hacer frente al creciente déficit fiscal que en 2016 fue de 4,6% del PIB, es que a principios de enero el nuevo ministro de Hacienda de ese país, Nicolás Dujovne, reveló un plan de reforma tributaria integral cuyos objetivos serían la recaudación y la baja a los impuestos que elevan los costos laborales en el país.
“Todavía está recién en el inicio, no hay claridad de cuáles son los aspectos que se van a modificar, pero hace tiempo se viene mencionando que hay temas de la tributación en el país que se tienen que cambiar”, comentó Andrés Djmal, del estudio Lisicki, Litvin & Asociados.
Con la inflación todavía sobre la barrera del 40% es que la administración de Mauricio Macri se atreve y aventura en un proyecto estructural que hasta ahora no ha tenido símil en el país trasandino. “En Argentina solían haber muchos cambios pero eran puntuales y para determinados temas”, agregó Djmal, considerada como la última de este tipo la ley de ganancias. Promulgada en diciembre fue una modificación concreta solo para los empleados en relación de dependencia, con lo cual hay muchos otros contribuyentes que no tuvieron ninguna incidencia en el cambio.
Ahora, tras el nombramiento de Andrés Edelstein, ex socio de PwC en Argentina, como subsecretario de Ingresos Públicos y líder de la reforma, es que el Ejecutivo mostró que la cosa va enserio.
Calificada como fundamental por los expertos, la tributaria integral que pretende sacar a la luz este año el gobierno de Cambiemos traería mayores certezas a los inversionistas locales y extranjeros y eso también podría reactivar de alguna manera a la economía. Otro de sus objetivos es tratar de bajar el 35% de informalidad laboral que aqueja, ya que hay un sector importante que todavía no puede enfrentar la carga impositiva.
La tarea no será fácil considerando el año electoral que se les apronta: en menos de seis meses se realizarán las primarias legislativas obligatorias, mientras el Ejecutivo desciende su aprobación a niveles históricos.
A partir del primero de febrero comenzó el nuevo IVA en Colombia. Con un alza del 16% al 19%, forma parte de una de las principales modificaciones que trajo la nueva la ley 1819 de diciembre de 2016 que también busca hacer frente a un déficit fiscal, en este caso, de al menos US$8.000 millones.
“La caída de los precios de las materias primas, en el caso de Colombia, el petróleo, significó una caída muy fuerte de los ingresos al gobierno”, dijo Andrés Pardo director ejecutivo y economista en jefe de Corficolombiana.
En los últimos seis años el país liderado por Juan Manuel Santos lleva tres reformas tributarias, y la última trae una reducción progresiva de la tarifa del impuesto sobre la renta de las empresas, elimina un gravamen a la riqueza o patrimonio. Aumenta el impuesto sobre la renta de las personas naturales, introduce tributos al dividendo y también limita la renta exenta cuando se hace el cálculo de la base gravable, junto con la introducción de medidas antievasión y la reorganización de los impuestos para las empresas sin fines de lucro.
“La última reforma tiene componentes un poco más estructurales de lo que tuvieron las anteriores pero todavía falta”, comentó Pardo y agregó que “incluso corrige algunos problemas que surgieron luego de la pasada del 2014, porque esa aumentó mucho los impuestos a las empresas y puso las tarifas en un escenario más complejo, lo que resolvió esta reforma” señaló.
En Chile, fue en 2012 cuando el gobierno de Sebastián Piñera promulgó una reforma tributaria que consideraba un alza a los impuestos de primera categoría a las empresas a 20%, y la baja del tributo a personas con tramos de ingresos entre $535 mil y $2.779.000.
Según Jorge González Izquierdo, economista peruano y ex ministro de Transporte de ese país, lo que estaría realizando el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) estaría muy lejos de eso.
“Lo que se ha aplicado acá son cambios puntuales y específicos”, dijo González, mientras el Ejecutivo anunció que planea reducir el Impuesto General a las Ventas (IGV), conocido como IVA en Chile de 18% a 17% a partir del 1 de julio. El panorama tampoco parece alentador cuando PPK enfrenta graves problemas de corrupción en materia de infraestructura debido al escándalo Odebrecht y su nivel de apoyo en el legislativo ha caído.
Michel Temer sería el último en la lista de los aspirantes a un tributaria para levantar la economía, mientras todavía no se comunican grandes avances, mientras que Moody’s sobre México ha dicho que los recientes cambios tributarios han compensado la disminución de los ingresos petroleros, mejorando la resistencia del perfil crediticio soberano del país ante posibles choques.
Fuente: Pulso. 3 de febrero de 2017. Por Catalina Gopel.
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