En una carta al director del diario El Mercurio titulada «Contribuciones y plata ajena», publicada el 01 de abril de 2018, el abogado Axel Kaiser se refiere a una carta publicada por el Senador de Partido Socialista, don Rabindranath Quinteros, en donde expresa que, a propósito del recorte al alza de las contribuciones realizado por el gobierno, «(…) el ministro de Hacienda dice que esta medida es un esfuerzo del Gobierno, pero este mayor alivio para los contribuyentes significa también una mayor presión para los municipios que, en parte importante, nutren sus presupuestos con un porcentaje de esta recaudación”. En relación con lo anterior, Kaiser señala que «no es efectivo que la medida del Ejecutivo ayude a los más ricos, sino al revés: la gran beneficiada es la clase media emergente que aspira a tener mejores propiedades y que muchas veces no puede hacerlo por el tributo injusto que debe pagar al Estado en la forma de contribuciones.». Luego, argumenta que las contribuciones «no son más que un impuesto sobre el patrimonio, el cual ya tributó a la hora de ser adquirido, por lo que en la práctica constituyen un doble impuesto», para finalizar diciendo que «no es efectivo, como alega Quinteros, que el dinero que se paga por concepto de contribuciones pertenezca a los municipios. La verdad es que este pertenece a quienes trabajaron para producirlo», resaltando la naturaleza confiscatoria del impuesto.
En respuesta a la carta de Axel Kaiser, Paul Fontaine, economista, en una carta al director del mismo diario titulada «Las contribuciones», de fecha 07 de abril de 2018, refuta algunas apreciaciones que realiza el abogado. En primer lugar, en relación a la doble tributación que acusa Kaiser, señala «que no es efectivo es que constituyan siempre o mayoritariamente una doble tributación; especialmente en Chile. Lo anterior, dado que las ganancias de capital en acciones están exentas de pago desde los años 80, y las ganancias de capital en bienes inmuebles también lo estaban hasta 2016, y aún lo eran hasta 8.000 UF; las indemnizaciones también están exentas, etcétera.». En segundo lugar, cuestiona el supuesto beneficio que se le da a la clase media, arguyendo que «las propiedades están exentas de pagar hasta las primeras 1.000 UF. Recordemos que más del 50% de los chilenos ganan 600.000 pesos líquido al mes, o menos, estando exentos de impuesto a la renta». Por último, destaca la escasa distorsión que generan las contribuciones, siendo por tanto un impuesto eficiente.
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