Hay una desigualdad llamada de “mercado”, son ingresos antes del sistema tributario y de transferencias monetarias; proviene de los ingresos de salarios, rentas de capital (arriendo de propiedades e intereses del capital financiero) y utilidades distribuidas. Hay otra desigualdad llamada de “ingreso disponible”, que es posterior a los impuestos y las transferencias.
Chile es el país de la OCDE (2015) que menos reduce la desigualdad de mercado, es decir, los ingresos disponibles son iguales a los de mercado. Por ejemplo, el Gini de mercado de Francia es 0,50, los países nórdicos tienen un Gini de mercado de 0,42 y el Gini de mercado de Chile es 0,53. Sin embargo, la desigualdad en Francia y los países nórdicos disminuye más de 40% después de impuestos y transferencias, mientras la de Chile disminuye un insignificante 0,4%.
En Chile las transferencias monetarias, aunque redistribuyen, son pequeñas. De hecho, en las pensiones solidarias son menos de 1% del PIB . En los países que redistribuyen hay un alto gasto fiscal en pensiones, ya que tienen sistemas de seguridad social. Algunos países también tienen seguros de desempleo relevantes o políticas de subsidios a los ingresos bajos de mercado.
El sistema tributario chileno es “levemente” regresivo, es decir, empeora la desigualdad del mercado. OCDE (2017) realizó una comparación Chile vs OCDE de las fuentes de ingresos tributarios y concluía que en Chile, primero, los ingresos tributarios provenientes de IVA y otros impuestos a bienes y servicios son sustancialmente más altos (54% versus 32% de la recaudación). Segundo, una menor proporción de los ingresos tributarios proviene de los impuestos a la propiedad (4% vs 6%). Tercero, los ingresos tributarios de las contribuciones a la seguridad social son sustancialmente menores (7% vs 26%). Esto debido a que el sistema de pensiones contributivo es de ahorro forzoso, no de seguridad social. Finalmente, la mayor parte de los ingresos por impuesto a la renta es de las empresas (21% vs 9%), no de las personas (10% vs 24%). Esto último ya que el sistema, al estar integrado, hace que muchas personas se hagan pasar por empresas para pagar los menores impuestos de las empresas, que tienen suculentos descuentos.
¿Por qué Chile no redistribuye? En Chile, así como en muchos países, la redistribución es esperada por la sociedad porque se evalúa que los ingresos de mercado no provienen de un mundo en donde todos empezamos iguales y somos tratados iguales (93,5% cree que la distribiución es injusta o muy injusta, Latinobarómetro 2016).
Me pregunto si quienes tienen el poder económico (y político) se darán cuenta de la poca legitimidad de su origen y apoyarán los cambios necesarios para redistruir mejor los beneficios económicos en Chile.
La Tercera, 9 de julio de 2018.
Claudia Sanhueza, economista.
Fuente: La tercera
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