El Servicio de Impuestos Internos (SII) ha aumentado con los años sus atribuciones y su rol fiscalizador, lo que se acrecentará ahora con la Reforma Tributaria. Pero hay un cambio que se implementó con la anterior Reforma Tributaria elaborada por Sebastián Piñera sobre precios de transferencia.
Este término, conocido para muchas grandes empresas, pero desconocido para la gran mayoría, está trayendo dolores de cabeza hoy a Cementos Polpaico, pues el SII los multó con $10 mil millones por impuestos adeudados por este concepto. Y lo que se espera es que le pase a muchas compañías más.
En 2012 la administración del ex presidente Piñera estableció que era necesario adaptar el sistema de regulación de los precios de transferencia chilenos a los estándares OCDE, para así evitar que se utilizara el país para “perder plata”, como recuerda el abogado tributarista y experto en la materia, Claudio Salcedo, de Salcedo & Cía.
Antes, indica, era poco y nada lo que se hacía en la materia, y si bien en 1998 se trató de normar el asunto, terminó en letra muerta hasta la reforma de 2012.
Desde entonces, han existido distintos juicios en los Tribunales Tributarios Aduaneros (TTA) por esta materia, donde uno de los más grandes fue de US$50 millones entre multas y pago de impuestos, comenta Salcedo. “Lo que viene ahora es el aumento de juicios por este tema de precios de transferencia”, alerta el abogado.
Pero, ¿qué es el precio de transferencia? Como lo define Salcedo son “las transacciones de bienes, servicios e intangibles entre partes relacionadas”, vale decir empresas con filiales fuera de Chile. En palabras simples, se pretende evitar que una empresa compre a su relacionada un artículo en $3.000, y lo venda a $2.000 para dejar las utilidades del producto fuera del país y no pagar el impuesto “real” en Chile, pues el margen representa la utilidad neta que va afecta a impuesto.
El SII utiliza una matriz para fiscalizar estos casos y revisa si el margen de operaciones de la empresa es negativo o está por debajo o sobre los mínimos y máximos establecidos como márgenes para esa industria específica. Esto, porque si el margen es negativo, la empresa tendría pérdidas y no pagaría impuestos. Y si está por sobre o bajo los márgenes, está fuera del precio del mercado.
El experto señala que “el SII mira con especial atención a las empresas que tienen pérdidas en los márgenes operativos negativos”.
Sin embargo, en este punto hay cosas a considerar recalca, como que el sector como un todo esté declarando pérdidas por ciclos de la economía. “El SII entendería lo que sucede”, admite Salcedo.
Otro caso común de pérdidas, donde el SII no coloca la lupa con fuerza, es cuando una empresa está recién partiendo en Chile, pues en cualquier compañía la primera etapa representa pérdidas.
A quién y cómo se aplica
Los precios de transferencias se regulan mediante la presentación de la declaración jurada 1907, los 30 de junio de cada año, con opción a prórroga hasta el 30 de septiembre.
Debe ser presentada por las medianas y grandes empresas con transacciones sobre $200 millones; y las pequeñas empresas, siempre que realicen operaciones esporádicas sobre $500 millones.
Salcedo explica que cuando el SII aplica la media de la industria, puede perjudicar a las empresas pequeñas que no llegan a ese margen operacional. “Por un tema estadístico el SII dice que los rangos del margen operativo de costo y venta van de 5% a 8%, entonces si la empresa se cae de ese rango, corre el riesgo de que el SII aplique la mediana, y sobre ello impuestos, multas e intereses. Y para algunas empresas pasar de un margen operacional de 2% a un 5% ó 6% podría liquidarla”, explica.
Como el SII tiene un plazo de 3 años para fiscalizar, es a partir de este año cuando pueden empezar a aumentar las citaciones enviadas a los contribuyentes por declaraciones presentadas en 2012.
Esto es precisamente lo que pasó con Cementos Polpaico, empresa a la que se le acusa de tener impuestos adeudados por $10.106 millones, equivalente a US$ 14,6 millones, lo que la empresa informó en un hecho esencial en la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
El experto advierte que los juicios por este tema aumentarán, puesto que el SII está fiscalizando en mayor medida considerando que tiene una meta de recaudación de US$ 400 millones anuales por este concepto.
El principal problema que ha observado entre sus clientes es el desconocimiento por parte de las empresas a la hora de completar la declaración jurada. Incluso, sostiene que existen alrededor de 3.500 contribuyentes que no saben que debían presentarla.
“En Chile estimamos que podrían haber unas 6.000 empresas que debieran presentar la declaración, y se han presentado la mitad o menos. Y lo más grave es que estas declaraciones no están siendo respaldadas por un estudio de precio de transferencia, según las recomendaciones de la OCDE”, indica Salcedo.
Se suma antielusión
A esta fiscalización, se sumarán las normas antielusión aprobadas en la actual Reforma Tributaria. Salcedo comenta que la norma es “ambigua”, porque podría darse el caso que si el SII impugna una declaración de precios de transferencias, podría además considerarla como elusión y aplicar estas nuevas normas.
Lo anterior, porque la práctica de presentar pérdidas buscaría pagar menos tributos en el país, dejando utilidades fuera. Este punto, enfatiza el abogado, es principalmente complicado no tanto para la empresa, sino para los representantes, los asesores, abogados y contadores, “pues los cambios de la reforma también nos hacen responsables por las prácticas elusivas que pueda cometer una compañía”.
El ejemplo de Apple que afecta a Estados Unidos
Las empresas de la nueva era digital tienen constantemente problemas con Hacienda de los países, en especial Estados Unidos, indica Salcedo.
Eso precisamente pasa con la marca Apple, elegida la principal a nivel mundial por el ranking Brandz (TMI). Resulta que contrario a lo que la gente supone, la marca está inscrita por su filial Irlandesa Apple Operations International (AOI), la cual ha generado ingresos por más de US$ 30 mil millones desde 2009, lo que causa constantemente problemas con Estados Unidos, pues las operaciones irlandesas le han permitido pagar sólo 1,9% de impuestos en el país norteamericano. Para Salcedo, este es un ejemplo claro de cómo las empresas usan los precios de transferencias.
Fuente: Pulso. 7 de septiembre de 2015. Por Pierina Bertoni.
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