El próximo miércoles 30 de septiembre se vence el plazo legal para pagar la tercera de las cuatro cuotas anuales de las contribuciones, sistema de cobro al impuesto territorial, o de bienes raíces, que aplica a casas y departamentos con avalúo fiscal superior a los $21 millones.
A pesar de que existe un impuesto del 1,5% que se cobra de recargo por cada mes que pasa sin cumplir el compromiso, el 25% de los contribuyentes no lo hace dentro del plazo debido.
Alta morosidad
Hernán Frigolett, tesorero general de la República, dice que la cartera morosa que la institución registra alcanza a un 59% correspondiente a deudas por impuesto territorial. Frigolett explica que el comportamiento entre un mes y otro, de pago, es similar, pero nunca se quedan con el total cobrado dentro del plazo.
«Cuando se vence el plazo, cerca del 70% está pagado y a 30 o 70 días llegamos finalmente al 75% de la gente que paga sus contribuciones. Con el 25% restante tenemos que hacer un proceso más de insistencia», explica la autoridad.
Este proceso consiste en contactar al contribuyente para notificarle que tiene una cuota vencida y hacerle saber que mientras antes se acerque a regularizar la situación, menos pago de recargo termina pagando, por concepto de intereses de mora.
«Si producto de ese aviso no concurre, entra a una etapa de cobro ejecutivo. Y la Tesorería en ese caso manda a un recaudador fiscal o una carta certificada y se le notifica una demanda, de cobro ejecutivo, y si es que frente a esa notificación no ocurre nada, se procede a embargar la propiedad», explica Frigolett.
El año pasado la Tesorería publicó 60 mil remates de propiedades con sus pagos de bienes raíces vencidos, pero solo se concretaron 60. Esto, porque, según el tesorero general, «en la instancia de publicación, el contribuyente sabe que hay un riesgo grande de que se materialice el remate». El plazo para esperar, antes de esta instancia, son tres trimestres en que se da la posibilidad del pago voluntario.
Dentro de ese plazo, Frigolett cuenta que hay un porcentaje menor, que paga las cuatro cuotas al final de año, «en comunas con mayores ingresos».
Desde la Tesorería intentan cambiar ese comportamiento, ya que la totalidad de las contribuciones va a lo que se llama el Fondo Común Municipal (FCM).
«Estamos en una campaña para que se sepa que todo el impuesto territorial va al fondo común y hay municipios que dependen fuertemente de esto», dice Frigolett.
Comunas favorecidas
La Pintana, Cerro Navia, El Bosque, Lo Espejo, La Granja y Puente Alto son las comunas que financian una mayor proporción de su presupuesto con los recursos reasignados desde el FCM. Mientras que Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura aportan el 30% del total del impuesto territorial.
Al FCM va el 60% de las contribuciones, mientras que lo restante queda en manos del municipio que lo origina.
La recaudación del impuesto territorial ha aumentado en un 12,7% en los últimos seis años, de 599 mil millones a 898 mil millones. Pero desde la Tesorería dicen que se debe cambiar el comportamiento de pago para que se recaude el 100% dentro del plazo y «para que los municipios que dependen del FCM realicen mantenimiento de la comuna, áreas verdes, financiamiento operacional», durante el año calendario.
RETRASO
Los montos impagos afectan a las municipalidades más vulnerables.
Fuente: Economía y Negocios Online. 28 de septiembre de 2015. Por Ignacia Godoy.
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