El número de exámenes de diagnóstico entre los beneficiarios de las isapres -quienes se realizan en promedio nueve exámenes al año- creció 18% entre 2009 y 2013.
Por eso hay preocupación en la industria por una resolución emitida el pasado 29 de septiembre por el Servicio de Impuestos Internos (SII), que incorporó al pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a laboratorios que hasta ahora no estaban contemplados, como los servicios de imagenología -donde se incluyen radiografías, resonancias nucleares o scanners -, y que en la práctica implicaría un aumento de precios equivalente al impuesto (19%).
Solo de este tipo de exámenes, el año pasado se realizaron 1.778.714 (ver infografía), que pasarían a ser gravados.
Esto impactaría principalmente a los usuarios del sector privado, ya que las clínicas y centros médicos son los que deben pagar el IVA, por lo que tienen que decidir si suben el precio a sus clientes o lo asumen como parte de sus costos.
La gremial Clínicas de Chile -que agrupa a los principales prestadores privados del país- declinó responder ayer el requerimiento de «El Mercurio». Sin embargo, actores del sector asumen que el gremio pedirá una reconsideración de la medida al Servicio de Impuestos Internos, por el impacto que esta tendría sobre los usuarios.
Quienes están en Fonasa no verían cambiar su situación. Así lo aseguraron desde esa institución, donde explicaron que su exención del pago de IVA se encuentra establecida en el decreto ley 825, de 1976.
La situación es diametralmente opuesta entre las isapres, desde donde explican que en el ámbito ambulatorio -es decir, cuando una persona va a realizarse un examen por sus propios medios- será el usuario el más perjudicado.
El presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, expone que «cuesta pensar que de la noche a la mañana se pueda aplicar un cambio de esta magnitud que tendrá efectos inesperados en el bolsillo de las personas, de los resultados de isapres y de las clínicas».
Para el académico de la Universidad Andrés Bello y ex superintendente de Salud Manuel Inostroza, «el problema de base es que los cálculos iniciales de recaudación de reforma tributaria siempre fueron discutidos. En este escenario, Impuestos Internos debe haber revisado los marcos normativos que le permitieran recaudar más. Como manifestación de esa revisión, cayó el sector salud».
Este nuevo escenario no solo afecta a los prestadores de salud, principalmente a las clínicas con mayores avances tecnológicos, como la Alemana, Santa María, Indisa y Las Condes, sino también complica a las isapres con una importante cartera de afiliados con planes sin tope.
Para Victoria Beaumont, directora de Altura Management, «esta es la realidad de muchas clínicas de Santiago. En un primer momento esto debería ser de costo directo para la clínica, especialmente porque aún están vigentes los convenios con las isapres. Sin embargo, en el momento de la renegociación del convenio podrían sufrir una modificación de precios de entre 5 y 10% al alza».
No obstante, Beaumont advierte que «se entiende que el Estado tenga urgencia en recaudar, pero es fundamental cuidar que dicha acción no impida el acceso a servicios fundamentales de la población».
Fuente: Economía y Negocios Online. 14 de octubre de 2015. Por René Olivares y Kharla Caniupan.
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