Dos años de vigencia lleva el Tratado de Libre Comercio suscrito entre Chile y Estados Unidos y aunque el intercambio comercial subió 36,6% el año pasado, no existe el mismo impacto en materia de inversión, donde las cifras acusan una caída de 35% en 2005 en comparación con el ejercicio anterior y una tendencia a la baja desde comienzos de la presente década.
A la hora de buscar las razones los dardos apuntan a la demora que ha existido entre ambas naciones para firmar el acuerdo que evita la doble tributación tanto de las empresas nacionales como de las extranjeras.
Las autoridades atribuyen este retraso al tratamiento de temas sensibles, pero el hecho es que la principal piedra de tope está dada por la figura del secreto bancario que existe en el país, y que va en contra de la tendencia internacional de una mayor apertura en el ámbito financiero.
“Posiblemente, los cambios en el sistema bancario que se están realizando en Chile, faciliten la suscripción de un Acuerdo de Doble Tributación, lo cual incentivaría el comercio de servicios y las inversiones”, acotaba un documento de evaluación del Tratado de Libre Comercio Chile- EE.UU. de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería (Direcon), elaborado en marzo de 2006.
Punto muerto
Pero tras casi siete años de negociación el convenio todavía no ve la luz. Y tampoco hay esperanzas en lo inmediato.
El embajador de Estados Unidos en Chile, Craig Kelly afirmó ayer, al ser consultado respecto de si el secreto bancario estaría entrabando la negociación del acuerdo para evitar la doble tributación, que: “Estamos hablando con el gobierno y con el sector privado para impulsar esta negociación. Es una prioridad, nuestras empresas también nos hablan cada día sobre este tema”.
Agregó que “estamos trabajando, no quiero decir que estamos avanzando actualmente, pero hay algunos temas sensibles en los que estamos trabajando”.
Es que lo que está claro es que Estados Unidos está pidiendo que se revise el concepto de secreto bancario, lo que ha provocado que las tratativas estén en un punto muerto.
Sobre esto mismo advirtió, a mediados de 2005, Edgardo Boeninger, en ese entonces senador e integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta y quien hoy, además, asesora al ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley.
“Es indispensable (eliminar el secreto bancario) no sólo por el tratado de doble tributación con Estados Unidos, sino porque somos parte del mundo donde existe un enorme flujo financiero y está latente el riesgo de lavado de dinero producto de narcotráfico o la circulación de activos que puedan financiar terrorismo u otro ilícitos”, sostuvo.
Manifestó que los americanos tienen toda la razón en poner como condición para firmar un acuerdo tributario la eliminación del secreto bancario, “porque en la mayor parte de los países desarrollados no existe o existe en forma muy limitada”.
Modelo
En el estado actual de las negociaciones del Acuerdo, Chile “tiene la pelota”. Por lo mismo, la nación norteamericana no se ha manifestado sobre hasta qué punto quiere que el país revise el concepto de secreto bancario.
Pero se puede suponer que si es que ambos países se sientan a negociar la materia, las opciones serían la de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la del acuerdo que Estados Unidos tiene con Suiza.
Esta última alternativa, comentan expertos, sería “más exigente” para Chile, mientras que la primera “más benigna”. Es que, aunque Chile no es miembro de la OCDE, en su legislación sobre paraísos fiscales ha adscrito básicamente los mismos principios establecidos por el organismo. Pero en el país persisten vacíos que complican descubrir el camino que siguen los capitales y sancionar a los responsables.
¿Quién gana?
Otra de las razones que se mencionan para explicar el empantanamiento de las tratativas está el hecho que todavía nadie sabe realmente quién gana con la concreción del acuerdo.
Incluso, comentan que si algún estudio concluye que Chile “sale perdiendo” con el acuerdo en vigencia, sería más complicado avanzar en las negociaciones. “Sería difícil venderlo como concepto como para tener apoyo”, sostienen.
Resolución 120
Si el secreto bancario se ha transformado en un dolor de cabeza para los negociadores de ambas partes, a nivel local también encuentra cortapisas. La última de ellas corresponde a la Resolución 120 del Servicio de Impuestos Internos (SII), que obliga a la banca a informar todas las operaciones sobre US$ 10.000 millones al organismo fiscalizador.
Si bien hasta ahora los tribunales de justicia han acogido las presentaciones de la banca, expertos tributarios advierten que el proceso podría tener un vuelco si se observa la segunda parte del artículo 154 de la Ley General de Bancos, que habla sobre la “reserva bancaria”, figura que establece que la banca puede dar a conocer operaciones que quedan sujetas a reserva, a quienes demuestren un interés legítimo. Situación en la que estaría el SII.
En entrevista con Diario Financiero, el director del SII, Ricardo Escobar dijo a fines de marzo que a nivel internacional todos los países desarrollados van hacia una mayor transparencia en lo que son movimientos bancarios y Chile no puede y no debe quedarse fuera, si quiere ser recibido como un par entre las naciones más desarrolladas. “La tendencia va hacia allá: cada vez se han hecho más estrictas las normas y existe mayor presión contra los países que tienen normas que amparan el lavado de dinero, los paraísos fiscales y similares. Creo que en Chile tendrá que haber una evolución legislativa en ese sentido, las relaciones internacionales así lo exigen”, acotó.
Si bien no se pronunció directamente sobre la eliminación del secreto bancario precisó que “probablemente es una de las áreas que habrá que revisar, del mismo modo como lo están haciendo todos los países desarrollados”.
Unidad de Análisis Financiero
A la resolución 120 se suman además los pasos del gobierno para hacer viable el proyecto de ley que permite superar el reparo constitucional para levantar el secreto bancario, que fue cuestionado en la ley que creó la Unidad de Análisis Financiero.
A estas alturas la Comisión de Constitución de la Cámara Alta aprobó en general la iniciativa que se encuentra en segundo trámite constitucional, luego de escuchar la exposición del profesor y ex ministro de Justicia, Francisco Cumplido, donde se establecía cuáles serían los mecanismos para superar las inconstitucionalidades que determinó el Tribunal Constitucional.
Tales mecanismos apuntan a fijar mayores exigencias en cuanto a las razones que fundamentan el pedir antecedentes secretos, tanto a la Unidad de Análisis Financiero, como al ministro de Corte, para que cuando se trate de documentos secretos tenga que autorizar esta decisión.
La Comisión de Constitución tenía como objetivo realizar una serie de ajustes al proyecto para superar los reparos del Tribunal Constitucional, que objetó las normas que facultaban a la Unidad de Análisis Financiero –entidad encargada de luchar contra el lavado de dinero y delitos económicos- para pedir el informe de la situación financiera de cualquier persona.
País en riesgo
Chile corre el riesgo de ser peor evaluado que en 2003 por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en materia de lavado de dinero.
Así lo aseguró ayer a La Segunda el jefe de la Unidad de Lavados de Activos, Crimen Organizado y Delitos Económicos del Ministerio Público, Mauricio Fernández.
“Estamos atrasados como país en materia de secreto bancario: se modificó la Ley de Drogas en 2005, con normas que facilitan levantar el secreto bancario para investigaciones de lavados de activos, pero fueron rechazadas por el Tribunal Constitucional. Eso dejó la situación que existió en Chile antes de 1995”, advirtió. Calificó este hecho como un retroceso importante.
Secreto bancario es la principal traba en acuerdo de doble tributación con EE.UU.
“Es indispensable (eliminar el secreto bancario)”, advirtió Edgardo Boeninger el año pasado.
Diario Financiero (27-04-2006)
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