La propuesta señala, lo siguiente:
Chile necesita más recaudación fiscal.
La brecha con promedio OCDE es de 5 % PIB. Hay exenciones tributarias que constituyen “forados legales” y niveles importantes de evasión que deben perseguirse con fuerza.
El sistema tributario debiera ser simple (que no necesite abogados), progresivo en que los ricos paguen lo que corresponda (sic) y justo, entendido como los que ganan lo mismo deben pagar lo mismo de impuestos. El sistema debe ser pro inversión y desarrollo.
En minería se debe recaudar más, incluyendo royalty y patentes, pero “apuntando a tener más minería”, catalizando “nuevas fuentes de riqueza y competitividad” y “apalancando tecnologías”.
En impuesto verdes, se “nivelará” la carga del diesel, versus bencina. En Alcoholes, debe considerarse el contenido de alcohol y no el valor de la botella, eliminando los perjuicios de este impuesto a los cerveceros artesanales y viticultores que “agregan valor”.
En materia de incentivos y descentralización, la propuesta plantea su análisis (el texto propone : “Hablemos de …”).
Otras propuestas no son propiamente tributarias sino de gastos social.
No hay planteamientos concretos sobre la creación de organismos independientes de evaluación y control de las medidas tributarias ni sobre la modificación de los impuestos indirectos.
El grupo que suscribe estas medidas está encabezado por Ignacio Briones, candidato presidencial del partido Evópoli, y los ingenieros o economistas, Pamela Arellano, Raphael Bergoing, Francisca Dussaillant y Sebastián Izquierdo.
“Un pacto tributario para un desarrollo inclusivo”, extractado.
Fuente: El Mercurio, 3 de mayo de 2021. Extractado.
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